Una sesión combinada de Theraplay y Sandtray ofrece un espacio terapéutico que equilibra la conexión relacional con la expresión simbólica.
El terapeuta organiza la sesión en momentos diferenciados pero complementarios, guiando actividades de juego relacional y promoviendo la exploración libre en la caja de arena.

1. Inicio (Theraplay):
   Se comienza con actividades de Theraplay centradas en el vínculo, el contacto positivo y la estructura segura. El terapeuta invita al niño y, en muchos casos, al cuidador, a participar en juegos breves que fomentan la confianza, la cooperación y el disfrute compartido. Estas dinámicas preparan emocionalmente al niño, activando el sistema de apego y generando un clima de conexión y seguridad.

2. Exploración simbólica (Sandtray):
   Luego, el niño pasa a trabajar en la Caja de arena, donde puede crear escenas con figuras y objetos en miniatura. A través de esta expresión no verbal, el niño representa su mundo interno, sus emociones o experiencias difíciles, mientras el terapeuta acompaña con una presencia empática y respetuosa.

3. Integración y cierre:
   Finalmente, el terapeuta y el niño (y a veces el cuidador) reflexionan juntos sobre lo vivido. El terapeuta ayuda a integrar los aspectos relacionales experimentados en Theraplay con los contenidos simbólicos explorados en la Caja de arena, facilitando la comprensión y la conexión emocional entre el mundo interno y las relaciones externas del niño.

Este tipo de sesión combina movimiento, conexión, creatividad y simbolismo, lo que permite al niño expresarse de múltiples maneras —corporal, emocional y simbólicamente— dentro de un entorno seguro, estructurado y afectivo.