Una sesión de sandtray o caja de arena es un espacio terapéutico donde el cliente utiliza una bandeja de arena y una variedad de figuras en miniatura para crear escenas significativas. Durante la sesión, el terapeuta invita al cliente a explorar su mundo interno y expresar sus pensamientos, emociones y experiencias a través de la manipulación de la arena y las figuras. El cliente elige cuidadosamente las figuras y las coloca en la arena de acuerdo con su intuición y sentido personal.

A medida que se desarrolla la escena en la bandeja de arena, el terapeuta puede hacer preguntas y explorar los significados simbólicos detrás de las elecciones y la disposición de las figuras. El proceso no verbal y creativo del sandtray permite al cliente acceder a aspectos inconscientes, facilitando la expresión de experiencias emocionales y la exploración de temas profundos de una manera segura y no amenazante.

La terapia de sandtray proporciona un medio para que el cliente externalice y explore de manera tangible su mundo interno, lo que puede llevar a una mayor conciencia, comprensión y transformación personal. El terapeuta actúa como guía y facilitador, ofreciendo un espacio de apoyo y contención mientras el cliente se sumerge en su propia narrativa simbólica. Al finalizar la sesión, el terapeuta y el cliente pueden reflexionar sobre la escena creada, explorar los insights obtenidos y establecer conexiones con los desafíos emocionales presentes en la vida cotidiana del cliente.

En resumen, una sesión de sandtray o caja de arena es un proceso terapéutico en el que el cliente utiliza la arena y las figuras en miniatura para representar simbólicamente su mundo interno y explorar sus experiencias y emociones. Es un enfoque poderoso que fomenta la autoexpresión, la reflexión y la transformación personal en un entorno seguro y colaborativo.